²Título: Blanca como la
nieve, roja como la sangre
²Título original:
Bianca come il latte, rossa come il sangue
²Autor/a: Alessandro
D’Avenia
²Saga: -
²Páginas: 256
²Editorial: Grijalbo
²Publicación: Julio 2010
²Encuadernación: Rústica con solapas
Leo no es como el resto de
adolescentes, a veces interpreta la vida según los colores, como el blanco, que
representa la soledad y la pérdida. O el azul, la amistad. O el rojo, un color
que simboliza el cabello de Beatrice, una chica por la que siente algo
especial.
Pero todo el mundo de Leo se tambaleará cuando
descubra algo que le provocará mucho dolor, pero deberá aprender a afrontarlo.
Gracias a la libertad podemos convertirnos en algo distinto de lo que somos. La libertad nos permite soñar y los sueños son la sangre de nuestra vida.
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Blanca como la nieve, roja
como la sangre contiene una de esas historias sencillas que si no conectas con
el protagonista desde el inicio, tienes muchas posibilidades de que la lectura
no te termine de convencer y éste ha sido mi caso.
El protagonista de esta
novela es Leo, un joven en plena adolescencia. Y el argumento está compuesto
por sus vivencias y pensamientos, sobre todo de esto último, llegando a tener
unas reflexiones propias de alguien más mayor que él. La trama en sí es
bastante sencilla, lo complejo reside en sus pensamientos, pues mira su
existencia desde un prisma totalmente diferente de cualquier adolescente lo que
da pie a reflexiones muy profundas. Pese a este argumento tan diferente, entre
los momentos predecibles, algunos pensamientos que no me hacían el peso y el
insufrible protagonista, la lectura no fue muy amena.
Y llego al punto que menos
me ha gustado, su protagonista. Leo representa el claro ejemplo de personaje trabajado
y perfectamente construido, pero me ha sido imposible llegar a empatizar con él
en algún momento y hasta ha llegado a caerme mal, por lo que este punto ha sido
crucial para que la novela terminara por no convencerme.
El estilo que presenta
Alessandro D’Avenia destaca por su elaborada y pulida prosa, en cambio, no
tengo buenas palabras para el ritmo, pues me ha parecido lento en todo el
desarrollo del libro.
Blanca como la nieve, roja como la sangre
encierra una historia diferente y hasta profunda, pro ni su protagonista ni sus
pensamientos han llegado a interesarme, por lo que se convirtió en una lectura
del todo pasable.
A mí también me decepcionó un poco. La historia no está mal, pero no llega a calar hondo. Para pasar el rato sin más pretensiones.
ResponderEliminarUn besito y feliz miércoles.
Lo tengo en la estantería, es un regalo pero veo que a ti no te ha gustado especialmente.
ResponderEliminarUn beso
Yo lo leí hará unos años y aunque me gustó, tampoco llegó a emocionarme tanto como esperaba
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