Película: El lado bueno de las cosas

El lado bueno de las cosas (David O. Russell, 2012) es la adaptación de la novela homónima escrita por Matthew Quick. Una correcta adaptación que si bien me ha gustado, esperaba más de ella. Para empezar, encuentro que la película no ha sabido abrazar la esencia del libro, algo primordial y básico, aunque comprendo que son medios distintos (la literatura y el cine) considero que era un punto clave. También se pierde el tono intimista tan certero de la obra literaria pero eso ya me lo esperaba y los evidentes cambios a la hora de desarrollar la trama, no son horribles y no llegan a molestar en exceso. Por lo que en resumidas cuentas, como adaptación es pasable y como película, no está mal.

El lado bueno de las cosas sigue a Pat Peoples, un hombre que debe darle un giro a su vida tras sufrir un incidente, debe reconsiderar sus opciones y sobre todo, comprender que es lo que quiere.

Con un guión sencillo y bastante bien llevado pero con un ritmo algo irregular y pausado, este último aspecto necesario para que la historia y sobre todo el protagonista, vaya evolucionando. También encuentro que las relaciones personales son un tanto difusas, como si no estuvieran bien desarrolladas. Y he echado en falta que me hiciera sentir, encuentro que ni los momentos más cómicos ni los más dramáticos me han llegado, bajo mi opinión a El lado bueno de las cosas le ha faltado fuerza e intensidad a la hora de contar la historia.

Y aunque no está del todo mal plasmado el texto original en la gran pantalla, y pese a que el claro mensaje de fondo se diluya en el film, no puedo obviar mencionar que tras leer la novela y ver la película, esperaba más de su traslado a la gran pantalla.

Pero si por algo destaca este metraje es por el genial reparto, todo un acierto de casting repleto de caras conocidas donde destaca especialmente el buen papel que hace Bradley Cooper como protagonista y Jennifer Lawrence tampoco está nada mal.

En definitiva, El lado bueno de las cosas es una película amena y que se deja ver. Aun así, os recomiendo que le deis una oportunidad a la novela, es una delicia y merece ser leída.