Hace unos días fui al cine a ver esta película, no llevaba las expectativas muy altas, ya que habían ido disminuyendo después de leer varias reseñas de la novela que complementa el film. Pero de todas formas pensé que habría que darle una oportunidad, ya podría haber tenido otra idea. A continuación os digo qué no me ha gustado, pero primero empiezo por la sinopsis:
Valerie no sabe que hacer, ella ama a Peter, el chico con el que ha compartido buenos momentos desde que era pequeña. Pero sus padres han organizado su matrimonio con el adinerado Henry, así tendrá una vida más placentera. Además por el poblado anda un hombre-lobo, que incluso ha matado a la hermana de Valerie, para intentar ponerle freno a este asunto, se llama al Padre Solomon, experto en estos temas, pero su llegada tendrá consecuencias imprevistas.
El principio de la película es la voz en off de Valerie e imágenes de un bosque, vamos, igualito a Crepúsculo. Vale que la directora es la misma, pero me pregunto ¿es qué no tiene otros registros? Durante toda la película se pueden apreciar similitudes entre la una y la otra.
Los personajes son planos y sosos. Considero que Amanda Seyfried no es mala actriz, pero es que haciendo de Valerie no pasa y el problema no es ella, sino el personaje, que es penoso. Los otros dos componentes del trío son Shiloh Fernández (Peter) y Max Irons (Henry), están puestos ahí porque son caras monas, aunque eso habría que discutirlo y es que además ambos actores no transmiten nada, y un detalle curioso, están en un poblado donde hace mucho frío y donde abunda la nieve, pues nada, los chicos medio descamisados, parece que lo que importa es contentar al público femenino en vez de hacer un buen papel.
Los efectos lamentables, vaya hombre-lobo más mal hecho, por favor. De verdad que alguna escena era para tirarse de los pelos de lo mal ejecutada que estaba. Y la fotografía deja mucho que desear.
Caperucita Roja es una película aburrida, sosa, plana. Resumiendo, que si no la veis no os perderéis ninguna maravilla y eso que os ahorráis, que el cine precisamente barato no es.
Trailer