Película: Acero puro

Acero puro es una película ambientada en un futuro no muy lejano, donde los hombres ya no boxean y el relevo lo han tomado unas máquinas de alta tecnología dirigidas por personas, hay competiciones sobre ello, la mayoría clandestinas. El protagonista, Charlie Kenton (Hugh Jackman) es un boxeador fracasado y ahora intenta ganarse la vida con las peleas de robots, pero las cosas no le salen bien, además, a esto, hay que añadirle que tendrá a su lado a su hijo Max. Juntos intentaran crear un aspirante al campeonato… ¿se saldrán con la suya? 

La película en general, está bien, entretiene, siendo su mayor finalidad ésta, además cuenta con una banda sonora que me ha gustado bastante y hay que destacar los efectos visuales, logrados. Pero no todo iban a ser alabanzas, pues para mí, siempre, uno de los pilares de cualquier película, es el argumento y tengo que deciros, que en esta ocasión estáis ante una trama trillada, que carece de originalidad y es además, totalmente predecible. 

Aunque no hay que negarle, que el sentido del ritmo está bien conseguido, pues la ficción no se hace para nada larga y el hecho de que haya acción, mediante las peleas, pues ayuda a que la película sea ágil. 

Respecto a los personajes, en lo referente a las interpretaciones nada que decir, pues todos hacen un papel correcto. Ya referente a los personajes, apuntar que tienen personalidades muy vistas en el cine, tiran totalmente de clichés, un claro ejemplo es el protagonista, una padre fracasado o el niño, en ocasiones, más inteligente que su padre.

Acero puro es una película entretenida, con sus buenas luchas y además logradas, pero poco más.