Agua para elefantes (Francis Lawrence, 2011) es la adaptación para la gran pantalla de la novela homónima escrita por Sara Gruen. La novela ya me gustó en su momento, pero es que la película me ha enamorado. Si bien no es perfecta, sí considero que es un buen melodrama, con una estética preciosa, una ambientación casi mágica y una recreación de la época cuidada. Y añadid a todo esto que considero que tratan bien el texto original, por lo que me ha parecido una buena adaptación.
El argumento de Agua para elefantes sigue los pasos del joven Jacob en plena época de la Gran Depresión. Tras dejar sus estudios de veterinaria por la muerte de sus padres, se pone a trabajar en el circo de los hermanos Benzini. Allí se enamora de Marlena, una amazona y mujer del dueño del circo, un hombre tan carismático como retorcido...
Pese a esbozar tan solo el inicio, creo que queda claro que la trama encierra mucho potencial, una historia que cabalga -y nunca mejor dicho- entre la tragedia y el romance, pero todo ello bien compensado. Y es que Richard LaGravenese firma un guion que si tuviera que definirlo con una solo palabra sería: efectivo. No niego que éste es sencillo e incluso abraza algún tópico y puede resultar previsible, pero creo que da lo que espera el espectador de esta cinta, una película bien hecha, con buen ritmo, una historia dura y un romance potente que ofrece grandes momentos. De hecho, las últimas secuencias están tan bien realizadas que se te encoge el corazón. Aun así, para mí solo flaquea en que podría haber aprovechado la ocasión para soltar alguna que otra crítica sobre el circo y lo que conlleva, pero quizás pido mucho.
Asimismo, cuenta con un casting acertado, pues en términos globales el reparto está correcto. De todas formas, confieso no haber visto química alguna entre Pattinson y Witherspoon, por el contrario, cada vez que salía a escena Christoph Waltz se comía la pantalla.
Para ir terminando voy a pararme un momento en los aspectos más técnicos porque se merecen una gran mención. Si os soy sincera, solo tengo buenas palabras. La puesta en escena me ha parecido elegante y perfecta, la fotografía cuidadísima y sobre todo, la preciosa banda sonora me ha fascinado. Sobre esto último os recomiendo esta pieza.
En definitiva, Agua para elefantes es una película bonita y amarga, entretenida y muy recomendable. Y desde este pequeño rincón solo me queda deciros que le deis una oportunidad tanto a la novela como a su adaptación, pues merecen la pena.
Me alegro de que te gustara. A mí la verdad es que me decepcionó muchísimo y eso que las películas del género suelen gustarme.
ResponderEliminar